Amo de ti lo que en mi provocas,
Habitas mi pensamiento sin piedad,
Mi piel tiene sed de tu piel,
Mis manos esperan
Ansiosas por tus caricias.
Hasta los azahares se confunden
Con el tiempo y emanan
Su esencia sin
pensar.
Condenada a este amor
Prisionera de la soledad
Vivo esclavizada por tu mirada
Y el deseo del sabor de tus labios,
Intrigante como el vuelo del zorzal
Eres el único testigo que existe
En mi encuentro interno
Entre el cielo y la tierra.
Aun cuando en sueños me escuches
Tu nombre pronunciar,
No te confundas no soy uno de ellos,
Es el grito de mi
corazón
Que clama por tu ausencia,
Quisiera encender la pasión
En tu lecho, quemar tus labios con un beso
Y que nunca más puedas de mi alejarte.
Quisiera poder ahogarme
En el mar de tus deseos
Solo con tocar tu espalda,
Navegar encima de tu vientre
Inmolando las
miradas, los roces
El fuego que arde en la hoguera
De la eterna pasión por tenerte.
Le pediré permiso a tus ojos
A tus manos, a tu boca
Quizás así me dejen entrar
A la profundidad de tus noches,
Te aguardare con
cautela
En la inmensidad de mí premura
Aplicando el paradigma
Que aprendí del silencio… de tu silencio.
Copyright © Todos los Derechos Reservados
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Simplemente bello...
ResponderEliminarque maravilla es dibujar las emociones
con palabras...
que maravilla las palabras,
capaces de reflejar lo que conmueve el alma...
que maravilla el ser
capaz de entregar el alma en versos...
Mirta Ponce de Leon