Mirada transparente
Muestras la senda de la vida
Apropiándote las huellas.
Mujer, la de sabias palabras
En días nublados,
Cobijas dando abrigo
Con tu propio sol.
Mujer, la de cabello cenizo
Manos percudidas,
Por la fiel labor
Piel rugosa,
Dueña de la esperanza,
Cómplice de la verdad,
Brazos de algodón.
Mujer, torrente de agua pura
Destinada por la ley divina
A ser digna de la
Fuente de vida.
Que nada ni el paso
De tiempo
Aleje las fuerzas
Para transitar tú camino.
Mujer con alas de ángel
No lo dudes cuando
Te sientas abatida
Recuerda; el único refugio
Esta dentro de tu corazón
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